La calidad de vida y algunos aspectos relacionados con del bienestar son dependientes de un correcto funcionamiento cerebral. Así pues, el Ictus es una de las dolencias que, con mayor frecuencia, acaba con esta integridad hoy en día.
Por lo que ha pasado a ser uno de los mayores enemigos del bienestar en adultos mayores. Además, puede generar discapacidad y amenazar la dignidad del anciano.
Casi el 80 % de los casos de Ictus son diagnosticados en pacientes con una edad superior a los 65 años. Los malos hábitos, la mala alimentación o la falta de sueño son factores desencadenantes para dar origen a esta enfermedad cerebrovascular.
Pero, con un buen servicio de atención domiciliaria, puedes combatir las secuelas que deja en cualquier paciente. La consecuencia del Ictus es la alteración de las funciones del cerebro de forma gradual o súbita.
Los ataques de Ictus repentinos afectan a los adultos mayores en gran medida, pero los jóvenes no están fuera de peligro. Detectar los síntomas es lo más importante que puedes hacer para actuar a tiempo. Ya que, cuanto más tiempo pase, mayores son los retrasos en la recuperación del anciano.
¿Cómo reconocer los síntomas del Ictus en adultos mayores?
Un cuidador que preste el servicio de atención domiciliaria a personas de la tercera edad, puede detectar estas señales. Y entre los síntomas más habituales están los siguientes.
- Dificultad para hablar o entender.
- Problemas de visión borrosa o total.
- Dolores de cabeza constantes.
- Debilidad casual y pérdida de la sensación al tacto en el rostro, piernas, brazos o en un solo lado del cuerpo.
- Imposibilidad para mantener el equilibrio y problemas de coordinación para andar.
¿Qué hacer si detectas un caso de Ictus en adultos mayores?
Es importante que sepas actuar muy rápido para evitar mayores secuelas. Y estos serán los pasos a seguir en un momento así.
- Llama a emergencias inmediatamente.
- Intenta calmar al paciente, no le menciones lo que está sucediendo.
- No lo muevas y si llega a estar inconsciente colócalo en posición lateral para que respire cómodamente.
- Asegúrate de que no ingiera ningún medicamento, bebida o comida.
- Nunca debes dejarlo solo.
Tipos de Ictus en adultos mayores
Actualmente existen dos tipos de Ictus, el hemorrágico y el isquémico. A continuación, te explicamos en que consiste cada uno de ellos.
- Ictus isquémico: es el más habitual en general y consiste en la obstrucción de una arteria en el cerebro como consecuencia de un coágulo de sangre. Lo que limita el paso de oxígeno y un correcto flujo sanguíneo.
- Ictus hemorrágico: es un caso menos frecuente y se produce cuando una arteria o vaso del cerebro se rompe. Eso provoca que el oxígeno deje de llegar al cerebro y las células comiencen a morir.
La atención domiciliaria para pacientes con Ictus es muy específica. Por eso, para estos casos, lo mejor que puedes hacer es confiar en un equipo especializado, como mSoluciona Goya.
Nosotros te asesoraremos sobre los pasos más importantes a seguir y pondremos a tu servicios a los profesionales de atención domiciliaria con más experiencia. Garantizamos tu tranquilidad y un mayor bienestar para el paciente.
Llámanos o contacta con nosotros.